22 de mayo de 2016

EL ROLEX DE SAURON


Los días en la tierra media seguían transcurriendo placidos y tranquilos, a pesar de los graves problemas que vendrían con las fuertes tormentas
que se aproximaban, generadas por un tiempo adverso que traería una pobre cosecha debido a unas malas decisiones sobre la siembra del trigo tomadas en el pasado, y que ahora los mas agoreros repicaban cansina y sesgadamente con unos “tic tacs” repetitivos del que evidencia que efectivamente sabe criticar, pero es incapaz de aportar soluciones constructivas, evitando por cierto acordarse de posicionamientos tomados antaño(cuando ellos aun formaban parte de otros reinos y pensamientos) con respecto a esas malas decisiones sobre la siembra, convirtiéndolos en cómplices por su asentimiento, bien por su abstención verbal o presencial , los días que se tomaron  aquellas importantes decisiones a las cuales nunca se opusieron, siendo por tanto copartícipes de las mismas y estando todas ellas reflejadas en antiguos manuscritos del reino de la tierra media, que habrá que rescatar del valle de los olvidos, para completar sin sesgar una verdad contada a medias de aquellas sabias decisiones cuyas consecuencias habrían   provocado tiempo después el vaciado forzoso las arcas y la escasez  de trigo en los graneros  provocando un miedo justificado que los fieles agoreros  trataban de quintuplicar aprovechando el tirón, para sus propios intereses, generando una mayor incertidumbre sobre la supervivencia de los próximos años. Sin embargo a pesar de todo lo anterior y aun siendo conscientes de ese real y grave problema, la mayoría de los habitantes de la tierra media, gente noble, de buena fe y no manipulable, siguen necesariamente con la rutina de sus vidas, sabedores que permaneciendo unidos de una forma o de otra, todo se acabará arreglando, aun siendo conscientes que todos ellos posiblemente acabarán pagando un determinado y doloroso precio de sus propias cosechas, pero teniendo el convencimiento de que juntos resolverán finalmente todos los problemas que se les presenten, como han hecho hasta ahora lo largo de su dilatada historia todos sus antepasados de los distintos reinos de la tierra media, recuperando la esperanza, la fe y la supervivencia al futuro de sus hijos.
Paralelamente en las tierras del señor oscuro de  Mordor conocidos  Orcos manipulados y adoctrinados por Sauron  seguían poseídos, prisioneros de este por la espesa niebla creada para cegar su propio entendimiento, planificando y conspirando entre las sombras, sin aportar en ningún caso aportaciones constructivas que puedan ayudar, teniendo como principal objetivo el ataque continuo, tratando asi de tapar la realidad de sus propios fracasos, intentando desestabilizar la tranquilidad de una comunidad que con mucho esfuerzo estaba recuperando su ansiada paz, después de haberla perdido por las grandes actuaciones, irresponsables y permisivas de los señores de Mordor, que habían propiciado el enfrentamiento entre los diferentes reinos, tratando de inundar con su necia oscuridad la convivencia pacífica de sus moradores. Tenían incluso algún sirviente adoctrinado  que  trataba erróneamente de manipular el zigzagueante silencio de la  tierra media, relacionando dicho silencio con una especie de huida, de desaparición o desasosiego. Nada más lejos de la realidad, pues la falta de actividad en la tierra media, solo era  un espejismo, porque sus gentes, sus vidas y el libre pensamiento de sus moradores siempre estaban en constante movimiento(independientemente de conjeturas maliciosas de efervescencias febriles), pero había muchos reinos y otros muchos y variados asuntos que atender, y el tiempo a diferencia del de algún Orco(que solamente vivía para servir fielmente a su amo Sauron )se entendía de forma diferente, porque era valioso y limitado, utilizándose sabiamente para otras muchas  actividades y prioridades. La tierra media tenia efectivamente fecha de caducidad, pero esta, junto a su planificación hasta que ese momento llegase no correspondería en cualquier caso a ningún sirviente (sobrado de tiempo) del Señor oscuro Sauron, al que ahora le dio por colgar en una de sus torres una mala imitación de un Rolex que emula el conocido sonido de la aguja de un segundero, y que a diario mezcla repetitivamente sus "tic-tacs"con los "ding-dones"  del grácil reloj de arena montado en otra torre cercana, junto al "tolon-tolon" del repicar de las verdaderas campanas de los fieles devotos. Y es que con semejante “remexido” de sonidos discordantes, parece mentira que ese fiel servidor de Sauron se extrañe del placer que produce la bendita abstracción del reflexivo y enriquecedor silencio sabiendo lo bien que suena la dichosa letanía diaria del sesgado Rolex de Sauron. Y es que si un día a este se le diese por combinar algunas de sus brillantes ocurrencias y colocara la famosa nariz roja encima del Rolex, lo mismo salía un conejo,  que una bolsa de conguitos  o el tiroles de Ricola con los pololos a juego cantando el alioli.